sábado, 15 de octubre de 2011

Aclimatándonos en… ¿Delhi?

Pues sí. Tras 18 horas de vuelos y escalas, más los traslados hasta Madrid y el transporte de la capital Española, llegamos a Nueva Delhi. Seguro que hay mil millones de lugares para empezar un viaje, sobre todo si se empieza por India, pero es lo que toca y apetece.

Tras pasar el control de pasaportes, coger el metro y caminar unos veinte minutos entre el tráfico de Delhi, comenzamos la tarea de buscar alojamiento, más rápida y menos agotadora de lo que podíamos imaginar. El primer día fue como una nebulosa. Tras la ducha, la búsqueda de un sitio para comer, el primer talhi comido con los dedos y un esfuerzo bestial por no quedarnos dormidos a las seis de la tarde, logramos aguantar e irnos a dormir a una hora más práctica.

Lo primero que te llama la atención de Delhi son los pitidos de todo cuanto tiene ruedas, algo que te acompaña en todo momento desde las siete de la mañana hasta las doce de la noche. Moverse en esta ciudad es todo un ejercicio de malabarismo. Como si de un videojuego se tratase, esquivas rickshaws, motos, coches, carros, piedras, montones de basura y gentes. Una vez le pillas el tranquillo puede llegar a ser hasta divertido. Las aglomeraciones de gente son espectaculares, pero algo destaca sobre cualquier otra cosa que se haya visto: las colas. Hacen cola para todo, grandes y apretadas colas de indios pueden ser vistas en cualquier rincón de la ciudad, aunque nuestras preferidas son las del metro, tanto en la entrada como en las plataformas antes de subir al tren… Incredible India! Lástima que las fotos estén prohibidas en el interior porque es para verlos.

Por otra parte, lo siempre dicho de Delhi, es una ciudad de grandísimos contrastes. Mansiones junto a un campo de golf (en el centro de la ciudad, nada de las afueras), y familias enteras viviendo en sus inmediaciones con lo puesto. Parques y monumentos grandiosos, con niños trabajando en casi todos los comercios. Avenidas kilométricas y estrechas calles en las que se agolpan centenares de personas pertenecientes a todas las cultur as que habitan este país.

Es un caos monumental, pero una maravillosa mezcolanza de lo viejo y lo nuevo, de grandiosos recuerdos del pasado y pequeños detalles que dejan desconcertado a todo el mundo. Es una ciudad agotadora, la cantidad de estímulos a los que te somete colapsa la mente y te dejas llevar por un ritmo frenético y único.

Como también se dice de Delhi y de toda India, es dura, pues a cada momento observas escenas que en nuestro entorno son inimaginables. La pobreza, el trabajo infantil, las discapacidades y el sistema de castas son omnipresentes.

Sin embargo, para nosotros, los turistas, los que venimos a ver el Taj Majal y a comer pollo tikka, para hacer fotos y pasarlo bien, esto son solo tristes anécdotas, y no encontrando una respuesta apropiada en nuestro repertorio sobre cómo actuar en esta nueva situación, decidimos meter nuestros valores en el bolsillo y, con la vista al frente, continuar nuestro camino. Nos damos cuenta de lo afortunados que somos, y eso que somos conscientes de que aún no hemos asimilado ni una milésima parte de lo que hemos visto. De todos modos aún es pronto, nos queda mucha India por ver y, sobre todo, descubrir como encajar estas experiencias en nuestras vidas.

Y para descansar de una ciudad de más de doce millones de habitantes, con su ruido y ritmo infernal, no hay nada como coger un tren hacia el norte. Nos vamos para Haridwar, para contemplar por primera vez el sagrado Ganges y, en breve, contemplar (aunque sea de lejos) el techo del mundo, nos vamos camino de las faldas del Himalaya.

5 comentarios:

  1. Holaaaa primooossss!!!

    Magnífica experiencia la que ya habéis empezado a vivir y maravillosa la ciudad que describís en estas líneas.

    Y bueno, los contrastes entre riqueza y pobreza seguramente ya los conocíais antes de ir, sólo que verlo día a día...duro.

    Poco más que deciros, se os echa muchísimo de menos, pero vuestra ilusión nos mantiene contentos.

    Un besazo y seguid informando a los que no podemos vivir esta experiencia!!

    S0NiA.

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  2. "Una vez le pillas el tranquillo puede llegar a ser hasta divertido" Joder Javi como te define esta frase, me encanta!!! a todo le sacas la parte positiva y eso es estupendo!!! me encanta leeros, un placer, abro este blog de cuando en cuando para llevarme sorpresas como esta, unas palabras vuestras, que nos llenen de ilusión... Hasta la`próxima amigos, parece que así os tenemos aqui al ladito :)

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  3. Hola pollos!!!!...veo que el gran viaje ya tiene los primeros ruidos,contrastes,gentes curiosas,comida y colores diferentes...me alegra saber de ustedes...besitos!!!!!!

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  4. Tengo ansia por saber mas!!
    Alimentar mi apetito pequeños pollos viajeros!!
    Me alegro mucho que ya esteis metidos en todo el jaleo!
    mil besos!
    sonsoles

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  5. Hey!! Me alegra saber que estais descubriendo una milesima parte de esta aventura.
    Desde aqui os seguiremos la pista.
    Un besote!

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